domingo, 30 de noviembre de 2008

Quiero, quiero, quiero besarte...


Umm me gustas demasiado, resaca, me timbras, te metes en mi cama, umm se está más calentito con vos a mi lado, rico, suave, amor ¡qué más da lo que sea esto!, hay afuera están a dos míseros grados, mientras acá, la temperatura de este piso frio sube in crescendo, al ritmo de nuestros latidos, nuestros gemidos, nuestras risas, nuestras miradas, si, las miradas brillan y esto se caldea aún más. Nada en el cerebro, nada interrumpe, sólo música de los ochenta de fondo, bailamos, reímos a carcajadas, felices, el mundo es nuestro, en este momento somos dueños de todo. Ya ves, incluso hemos jugado a ser Dios y todas las estancias gozan de una calefacción natural emitida por nuestros cuerpos, nos vemos tan perfectos, tu superdeltoides, mi superboca…definitivamente perfectos… y … solo quiero, quiero, quiero besarte…


Os dejo esta canción, porque me parece de lo más positivo, divertida, con cierta carga sexual. Bailaemósla esta helada tarde de domingo y entremos en calor.

domingo, 16 de noviembre de 2008

EL VACIO

Cómo explicar, cómo razonar, cómo transmitir??? ¿De qué manera podría hacerlo? No se la forma de expresar lo que mi cabeza, lo que mi corazón, lo que mis pasos sienten. Pero se que estoy viva, que hoy la pena no invade mi alma, que me siento en paz conmigo misma. Llevo poco tiempo en este estado, hasta ahora era para mi desconocido, desde aquella extraña noche de diciembre he sentido un continuo desasosiego, se agarraba al estómago, me desequilibró, lo confieso. El caso es que todo este tiempo transcurrido no ha sido en balde, ahora lo considero como un proceso necesario para convertirme en quien ahora estoy siendo. No creas que no me da miedo de reconocerme a mi misma tal y como soy, a veces mirarnos a nosotros mismos, así directamente a los ojos, nos produce vértigo. Reconocernos con nuestras debilidades, nuestra verdad más oculta, nuestros fallos, esos que tapamos a diario para que los demás no se den cuenta pero que existen, reconocernos así nadie dijo que fuera fácil.
Y aquí estamos, delante del precipicio, tu a un lado, yo al otro, a ti aun te queda reconocerte, ahora estoy decidida a saltar, no tengo miedo, no se si es un destino mullido o tal vez solo sea el suelo plagado de rocas en el camino al fin, pero no tengo miedo. Posiblemente, será una mezcla, porque la vida es un continúo vaivén, y al menos tener picos de tristeza profundos, me compensarán al tener al día siguiente picos de serena felicidad, lo que me da pavor en cambio son las líneas planas de la felicidad-tristeza, cuando nada te importa, cuando todos los días es lo mismo, cuando te despiertas al lado de alguien a quien ni amas, ni amarás jamás. No voy a esperarte esta vez, ya tengo el talón en el filo del precipicio, este vértigo me sube la adrenalina, mi cabecita no para de maquinar para el hoy, el mañana y poco más, pero está ansiosa de conocer, ¡uff! es increíble, el pecho se me está llenando de aire, el corazón me late fuerte, como si tuviese la misma prisa que yo por conocer, ¿lo notas? Pum,pum, pum, ¡joder! Qué ansias, qué felicidad más inmensa me producen estas ganas de vivir, me voy a tirar, está decidido, me tambaleo, ya está amor, no quiero ni puedo mirar atrás, decirte adiós con la mirada sería retroceder un segundo y el corazón va acelerado, se lo debo, he de lanzarme al vacío, no más dudas, te amo, me amo, hasta siempre…

viernes, 14 de noviembre de 2008

Buen viernes


6.45 despertador; 7.00 ducha; 8.20 llego tarde al curro; 13.06 me duermo y el día está siendo muy estresante, así no me cunde; 14.45 por fin decimos de irnos; 15.30 comida típica, 4 mujeres, diferentes generaciones, mismo estrés; 17.00 primera copa de gin-tonic; 18 segunda copa de gin-tonic; 18.20 las risas en compañía en aumento; 21.30 última copa que cierran el parking (no pensé que se hiciera tan tarde); 22.30 piso, panfleto sobre la verdad y la muerte bajo la puerta, sonrisa de medio lado, sopita; 23.00 os leo; 23.20 se cierran los ojos, y mi cuerpo quiere fiesta, tal vez los gin-tonics sean los que piden fiesta; 23.25 a la cama nena que mañana será otro día y umm por fin sábado, el despertador no te sonará, no será tan placentero como el de hace una semana, pero al fin y al cabo sábado.

martes, 4 de noviembre de 2008

Culpabilidad



- No puedes imaginar lo mal que la encontré, era como un animalito desvalido, desnuda, en un rincón de su piso, con la piel mortecina, sus grandes ojos negros estaban pequeñitos de tanto llanto, tan flaquita, tan pequeña, tan triste… es increíble como la tristeza había acabado con esa mujer que era todo arrojo, belleza, fortaleza. La tomé en mis brazos con mucha delicadeza, no sabía si tendría algún daño corporal por la postura que había tomado, al acercarme a su rostro observé que estaba deshidratada, los labios ensangrentados. La arropé en su cama, le preparé algo caliente, que por supuesto no tomó, y ahora me siento culpable. Tal vez no debía haberla llevado al hospital, hacerme yo mismo cargo de su recuperación, créeme no sabía que hacer, tuve que ser frio y objetivo, lo importante en aquel momento era su estado físico, me sentía tan impotente…
- Deja de culparte, lo que hiciste fue lo más correcto, no seas tan romántico, tu solo no habrías podido con ella, además, y perdona que sea tan dura, ella no te ha amado nunca, y no sólo eso, dejó de amarse a sí misma el día que ese hombre entró en su vida, se abandonó, y solo el tiempo, mucho tiempo podrá curarla, si es que tiene cura. Te repito que hiciste lo correcto, si no es por tu añoranza por ella e insistencia en verla fuese como fuese imagina lo que podría haber ocurrido, porque está claro que si por ese tipo fuese ella no estaría en esa cama intentando sobrevivir.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Un domingo cualquiera

Un domingo cualquiera, así es este, el frío ha calado también en mi casa, lavadoras, resaca, mantita en el sofá, cierro los ojos y pienso - ¿Qué hice el domingo pasado?- y entonces asoma un sentimiento de bienestar y me traslado siete días atrás. Vincenzo conduce de Terni a la Cascata Marmore, el sol comienza a hacer acto de presencia a lo largo de la carretera, desayuno en el corazón de Italia, capuccino, los rayos solares me dan vida, dispuesta a disfrutar de un nuevo paisaje, una paz que llevaba tiempo sin visitarme inunda mi pecho, no hay prisas, no pienso atender el teléfono móvil, es mi momento. Tomamos la ruta para descubrir aquella maravilla de la naturaleza, el balcón de los enamorados, abren la cascada y de vuelta al coche. Viajecito a Preci para almorzar en un restaurante perdido de aquel pueblo, hay que esperar, llenísimo… mejor, así paseamos y aprovechamos los últimos rayitos, no olvidemos que cambió la hora y pronto se marcharía el bendito para dar lugar a una fría tarde otoñal. Hoy he comido una ensalada de bolsa con un vaso de agua y una infusión de postre, pero ¡ah! Hace una semana tomé un menú de pasta y carne a la brasa al tartufo, umm, qué vino le acompañaba, en lugar de infusión, tomé el mejor tiramisú de mi vida. Estaba disfrutando de la Italia profunda, no había hecho más que comenzar. Dimos un último paseo en aquel pueblito, la tarde como ya imaginaba estaba fría, caminamos sobre las hojas caídas, tonalidades amarillas, naranjas, rosadas… la paz que apareció en la mañana inundaba aún más mi interior, y como broche al día visitamos Norcia, con sus norcinerias, los coglione di mulo, acompañados de ricos quesos y por supuesto la estrella, trufa en todas sus modalidades. De nuevo rumbo a Terni, que el lunes nos espera Roma temprano.
Abro los ojos, seguiré con mi domingo cualquiera, tenderé la lavadora que me queda y soñaré con el próximo destino para un domingo diferente. Qué tengan ustedes buena tarde.

sábado, 1 de noviembre de 2008

Todos los Santos


1 de noviembre, pequeña ciudad del sur, como todos los años mis padres acompañan a mi abuela a hacer la ruta de los cementerios, va con ellos la pequeña de la casa, no le queda otra. Ropa de domingo, flores, escaleras, miradas de cariño a la lápida donde el nombre tallado de los seres queridos traen a la memoria recuerdos de las tardes con el abuelo, de esa tía a la que visitabas cuando pasabas por su casa, del buen padre que te quería sin condiciones… Pero sales del cementerio y posiblemente ya no vuelvas hasta el 1 de noviembre de 2009, cuando te das cuenta que el dolor que se te agarraba al estómago el día de la muerte de ese ser que hoy visitas es hoy un recuerdo vivo porque solo se muere si se olvida. Y así sin más, al coche en dirección al restaurante donde la mesa familiar está reservada, comida con conversaciones triviales, paseo por el barrio, merienda en casa con gachas, torrijas y leche frita. Brasero, película, y ya está, el día de los santos ha terminado otro año más.