Tu piel apagadita, tus ojos tristones, tu garganta seca que impide articular correctamente esas palabras que tanta gracia nos causan… no podía ser verdad. Aún me quedan años para poder seguir aprendiendo refranes, frases hechas, y vocablos de tu propia cosecha, tu forma de reñir es la misma generación tras generación pues hoy me veo con tus gestos al replicar a la niña, quién a su vez lo hará igual con sus menores.
No te puedes separar de nosotros aún, ellos en cambio deberán esperar a las reuniones completas, a volver a ser jóvenes donde quiera que estén, hoy se lo he pedido, igual es muy egoísta, pero sin saber el como y el porque sentimos que nos haces falta, nos hacen falta tus silencios, tu risa, tus quejas, tus ocurrencias…
Hoy sentada en el banquito de madera de ese lugar en el que tanto has disfrutado y has llorado, me asaltaban imágenes nuestras a la cabeza, la primera película de Almodóvar a la que fuimos juntas ¿te acuerdas? Año 1.989, Mujeres…, los veranos en la piscina advirtiéndonos de los cortes de digestión, las tortas de aceite para desayunar, los huevos que freías en la cena a tu amor, las fullerías en el parchís…y es que sea de la forma que sea te quiero mucho, y te extraño cuando me faltas más de quince días, así que… les pediré que te traigan de pronto a casa, porque ¿sabes una cosa? Creo que si es verdad que nos escuchan, nos ayudan y nos protegen.
viernes, 18 de julio de 2008
martes, 15 de julio de 2008
La RAE y los sentimientos
Nostalgia, no quería confundirla con la tristeza, y como andaba dudosa a la hora de precisar el sentimiento que me ocupaba esta tarde, tomé el camino frío que me enseñó mama y busque en la RAE la definición: “Tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha perdida”, no estoy de acuerdo.
No viene al caso, porque entre otras cosas a nadie le importa mi vida, y nunca hablo de ella en este lugar, pero hoy me permito esa licencia, quisiera compartir mi desacuerdo sobre esta definición oficial.
El asunto es que buscando un documento antiguo di con el cajón secreto que todos tenemos y que yo personalmente tenía olvidado hacía tiempo. Si el cajón de los recuerdos, fotos con el primer novio y sus respectivas cartas donde ambos nos prometíamos amor eterno con diecisiete años, las entradas de los primeros conciertos, las notitas que escribía en clase con los compañeros resultado de mis seis años de bachiller en lugar de cuatro, las fotos carnet que me he ido haciendo desde que tenía catorce, incluso el libro de escolaridad de la E.G.B., si ese verde que tiene en la primera página una foto de cuando estás en primero, correspondencia con los primos que viven lejos, ah que tiempos aquellos de ir a correos y esperar ansiosa la respuesta en el buzón del portal… Pues eso, que estos objetos materiales, me habían creado un estado nostálgico que lo flipas. Sin embargo en mi empeño de definir los sentimientos, me cabreo al ver que la RAE me dice que estoy triste por una dicha perdida, y no Sr, no que esté muy feliz, pero si normal, vamos lo más que he llegado a estar es emocionada al ver que sigo manteniendo la misma amistad con mi compañera de notitas del insti, pero no triste. Supongo que debo quedar escarmentada de no buscar el significado oficial de los sentimientos, ya va siendo hora de sentir y punto. Porque ¿quién dijo que cualquier tiempo pasado fue mejor? Este de ahora no está mal, camino de la treintena, más segura que la chica que prometía amor eterno, más guapa que la de la foto carnet de hace quince, aunque con la misma energía y con ganas de aprender cada día un poquito más, sólo un poquito que me canso de pensar mucho.
No viene al caso, porque entre otras cosas a nadie le importa mi vida, y nunca hablo de ella en este lugar, pero hoy me permito esa licencia, quisiera compartir mi desacuerdo sobre esta definición oficial.
El asunto es que buscando un documento antiguo di con el cajón secreto que todos tenemos y que yo personalmente tenía olvidado hacía tiempo. Si el cajón de los recuerdos, fotos con el primer novio y sus respectivas cartas donde ambos nos prometíamos amor eterno con diecisiete años, las entradas de los primeros conciertos, las notitas que escribía en clase con los compañeros resultado de mis seis años de bachiller en lugar de cuatro, las fotos carnet que me he ido haciendo desde que tenía catorce, incluso el libro de escolaridad de la E.G.B., si ese verde que tiene en la primera página una foto de cuando estás en primero, correspondencia con los primos que viven lejos, ah que tiempos aquellos de ir a correos y esperar ansiosa la respuesta en el buzón del portal… Pues eso, que estos objetos materiales, me habían creado un estado nostálgico que lo flipas. Sin embargo en mi empeño de definir los sentimientos, me cabreo al ver que la RAE me dice que estoy triste por una dicha perdida, y no Sr, no que esté muy feliz, pero si normal, vamos lo más que he llegado a estar es emocionada al ver que sigo manteniendo la misma amistad con mi compañera de notitas del insti, pero no triste. Supongo que debo quedar escarmentada de no buscar el significado oficial de los sentimientos, ya va siendo hora de sentir y punto. Porque ¿quién dijo que cualquier tiempo pasado fue mejor? Este de ahora no está mal, camino de la treintena, más segura que la chica que prometía amor eterno, más guapa que la de la foto carnet de hace quince, aunque con la misma energía y con ganas de aprender cada día un poquito más, sólo un poquito que me canso de pensar mucho.
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