lunes, 4 de agosto de 2008

Cinco provincias en alerta por la ola de calor africano con máximas alrededor de los 40 grados

Cinco provincias en alerta por la ola de calor africano con máximas alrededor de los 40 grados

La llegada de una masa de aire africano seguirá disparando los termómetros españoles en los próximos días, sobre todo en la mitad sur de la Península
Pues si acá estoy yo en esta mitad sur, leyendo blogs amigos, el correo, la prensa.. y me encuentro con semejante titular en primera plana. Ya decía yo que la pantalla desprendía mucho calor, porque entrar entra aire por la ventana, claro que no sabía que era africano.
Mirá vos… aún así a mi no me desagrada, soy consciente de lo gilipollas que debe sonar que vivo perfectamente sin aire acondicionado, que disfruto de las gotas de sudor que caen por mi frente y canalillo, que me encanta sentir como los rayos nocivos del sol invaden mi piel, y ahora justo al pie de la media noche, estaremos a unos 25 grados, no tengo ni el ventilador como compañero, la luz del flexo me está matando, sin embargo cierro los ojos mientras escucho “fly me to the moon” versión de Diana Krall y no se porque, pero tengo la sensación de estar a la espera de salir mañana de viaje a un lugar de clima caribeño, cuando realmente mi despertador sonará a las 6.45 para ir a la oficina como cada día. Es verano, siempre igual, todos los años decimos que así no se puede vivir, que las noches son eternas, que da asco estar todo el día sudado… Pues ¿qué quieren que les diga? Mi estación favorita del año es esta, y eso que decido quedarme en agosto en mi ciudad con su alerta naranja y todo. El calor produce relativismo ante las situaciones graves, no hay consejo de ministros, el Rey está en Mallorca con sus barquitos, la gente huye a las playas de siempre a cantar eso del “Jonathan no te metas pa’lo hondo”, y una se queda sola en esta ciudad fantasma, sola en la oficina fantasma, sola en el bloque fantasma, y tan feliz!!. Además lejos de parecerme incomodo, el calor me pone ¿A ustedes no? Deberían probar a hacer el amor a eso de las 16 horas, con la persiana bajada, el sonido del viejo ventilador de fondo, los cuerpos sudorosos se escurren el uno con el otro, se sirven de aperitivo, están salados. Terminan con las manos arrugadas como si hubiesen estado dándose un baño de una hora, cuando realmente han estado follando media hora a las 16 horas en la mitad sur de la península y el ventilador sólo ha servido de banda sonora. ¡Joder que siesta les espera a estos cuerpos!
Buen verano Señores/as