domingo, 19 de junio de 2011

BAJATE A LA CALLE

Hoy pisaré las calles nuevamente,saldremos de nuestros barrios hacía las plazas de nuestras ciudades, tomaremos las calles con reivindicaciones fundadas, con propuestas reales, alternativas objetivas. ¡Qué mas dan las etiquetas que nos coloquen los de siempre! Ellos si son cinco o seis, el pueblo se está levantando de la siesta a la que nos han sometido a base de somníferos del tipo estado de bienestar. ¿Es acaso un estado de bienestar aquél en qué hay una tasa de desempleo como la Española? ¿Lo es aquél en que te largan del trabajo sin motivos y cuando no puedas pagar tu hogar también te largan y encima te obligan a prostituirte para seguir pagando por un lugar del que te echaron? ¿Es un modelo de estado a seguir aquél que rescata a los bancos de su ruina mientras miles de familias son desahuciadas por éstos mismos bancos? ¿Lo es aquél en que el gasto en armamento militar no se reduce pero si en educación y sanidad? ¿Aquél en que molestamos los que pensamos y nos echamos a las calles a pedir lo que es nuestro? ¿De verás es esto el soñado estado de bienestar? No, no lo es, y hemos despertado llenos de energía, con ganas de trabajar, esto no es una revolución para todos, no puede ser para todos, mis intereses no pueden ser los mismo que los del Señor Botín, en la vida. Este pueblo pide algo muy concreto DEMOCRACIA REAL, sencillo ¿no? Pues tras tal lícita petición nos tachan de antisistemas, como si el sistema no fuese contra nosotros, nos tachan de vagos los mismo que dejan el hemiciclo medio vacío, nos tachan y nos seguirán tachando, pero no somos cinco o seis. Hoy, 19 Junio, ha pasado más de un mes del 15M, me emociono viendo Neptuno con los cuatro hippies que dicen que hay, ¡Já!, me emociona ver que nuestros niños piden tomar las calles en nombre de su futuro, y personas mayores que sufrieron una represión jamás imaginada por los que hoy contamos con 30 años.

Otro mundo no solo es posible, es IMPRESCINDIBLE. Son las 18.52 horas, y me voy a bajar a la plaza de La Corredera en Córdoba, llena de energía para hacerme oir. No es lícito una ola de austeridad impulsada por Alemania y seguida a pies juntillas por políticos que no lo son, no es lícito que la democracia que nos han vendido quede circunscrita a un voto cada cuatro años y de qué manera, queremos reforma integral de la 5/1985 porque el pueblo debe ser soberano, no es lícito que estemos en manos de los mercados. No lo olvidemos, ellos si que son cinco o seis, nosotros el pueblo unido, y éste, ya se sabe, JAMÁS SERÁ VENCIDO.

¡A LA CALLE!, Continuará...

Tengo sueño



El ventilador gira las aspas a una velocidad sinuosa, lo observo con medio ojo, el único ojo que medio abro, el otro lo mantengo cerrado, anoche nos dormimos tarde y tengo mucho sueño, me giro y me encuentro con tus pecas, son de color arena, cierro los ojos y siento tu respiración inquieta, hace calor y te impide descansar, hace calor, mucho calor, sin embargo acerco mi pecho contra tu espalda, mis rodillas se acoplan a tus corvas, mi pubis hacía el final de tu espalda, mi nariz se posa en tu cuello, tu olor me incita, me excita, vuelvo a medio abrir el medio ojo y se vuelven a topar con tu espalda salpicada de pecas propias de persona de tez clara, ahora enrojecida por el sol que en esta ciudad no hace justicia, y medio abro el otro ojo, los dos te observan ahora y medio dormida te medio beso el hombro, medio dormida levanto el brazo para acariciarte el lomo, mis movimientos son sinuosos como el de las aspas del ventilador que nos observa desde arriba. No sé realmente que dirección van a tomar estas caricias, de momento sólo ascienden y descienden en el mismo sentido, comienzo a notar que tu cuerpo desprende un nuevo calor, dudo si es debido a los 36 grados que hay afuera u obedece a mis caricias. Tu respiración se vuelve agitada y ahora ya mis caricias conocen el destino que quieren tomar, las manos con movimientos de tango bajan hacía tu sexo, y allí se encuentran con el lugar dónde pasar unas mini vacaciones, y recorren mis dedos de forma suave todo el miembro, aún no quiero agarrarlo, quiero disfrutar esta erección tuya, esta excitación mía, y no quiero abrir los ojos del todo, deseo que siga formando parte del sueño matutino, y no quiero que te des la vuelta, quiero seguir soñando con esa orilla pecosa que me recuerda a las playas de Cádiz. Pero ya no mandamos nosotros sobre nuestros cuerpos, éstos se apoderan el uno del otro y ahora sos vos quien con los ojos a medio abrir me gira como si fuese una muñeca de trapo. Los sexos medio dormidos encajan como dos piezas perfectas, el ritmo se acelera, ya han despertado, in crescendo, diez, quince o treinta minutos. Los ojos se cierran del todo, los tuyos, los míos. Hace calor, cada uno toma una postura. Imposible volver a conciliar el sueño, vos el café, yo las tostadas, se queman un poco, todavía me huelen las manos a pan tostado, me gusta.

sábado, 11 de junio de 2011

Y nos confundimos




Tu que llegaste por casualidad, tu que... no, eso son canciones, ni vos llegaste por casualidad, ni mi forma de acariciar tu espalda lo es, ni los encuentros casuales para ir al cine en tardes de invierno, ni las escapadas excusa, nada lo fue y nada es casual entre nos, podría serlo, tal vez sería lo idóneo, lo lírico, lo literario,como si los momentos vividos tuviesen su propia banda sonora. Es cobijo, un lugar dónde resguardarnos de nuestras mentiras, de nuestras miserias, un baile de lenguas sin fin, dedos que se quedan prendidos de mi sexo como si así pudieses llevarte para ti solo lo que se esconde tras las miradas que te dedico mientras me vengo, crees que esta pequeña muerte acabará conmigo y nos confundimos y mi boca, que también se viene, se prende entonces de tu sexo como si pudiese tragarme todo lo que escondes mientras sujetas mi cabeza con violencia y sensualidad, y exhaustos nos confundimos con caricias de aparente ternura, y pequeños besos revestidos de cariño, y se cruzan las miradas y no hay banda sonora, y nos damos la vuelta, y espalda contra espalda nos guardamos de que ninguno saque el afilado cuchillo, y cerramos los ojos, y ninguno ha revelado verdad alguna. No existe, porque ni vos ni yo somos dueños de esta cama, tuya o mía, ninguno, sólo el miedo lo es. Buenas noches Señor X.