domingo, 19 de junio de 2011

Tengo sueño



El ventilador gira las aspas a una velocidad sinuosa, lo observo con medio ojo, el único ojo que medio abro, el otro lo mantengo cerrado, anoche nos dormimos tarde y tengo mucho sueño, me giro y me encuentro con tus pecas, son de color arena, cierro los ojos y siento tu respiración inquieta, hace calor y te impide descansar, hace calor, mucho calor, sin embargo acerco mi pecho contra tu espalda, mis rodillas se acoplan a tus corvas, mi pubis hacía el final de tu espalda, mi nariz se posa en tu cuello, tu olor me incita, me excita, vuelvo a medio abrir el medio ojo y se vuelven a topar con tu espalda salpicada de pecas propias de persona de tez clara, ahora enrojecida por el sol que en esta ciudad no hace justicia, y medio abro el otro ojo, los dos te observan ahora y medio dormida te medio beso el hombro, medio dormida levanto el brazo para acariciarte el lomo, mis movimientos son sinuosos como el de las aspas del ventilador que nos observa desde arriba. No sé realmente que dirección van a tomar estas caricias, de momento sólo ascienden y descienden en el mismo sentido, comienzo a notar que tu cuerpo desprende un nuevo calor, dudo si es debido a los 36 grados que hay afuera u obedece a mis caricias. Tu respiración se vuelve agitada y ahora ya mis caricias conocen el destino que quieren tomar, las manos con movimientos de tango bajan hacía tu sexo, y allí se encuentran con el lugar dónde pasar unas mini vacaciones, y recorren mis dedos de forma suave todo el miembro, aún no quiero agarrarlo, quiero disfrutar esta erección tuya, esta excitación mía, y no quiero abrir los ojos del todo, deseo que siga formando parte del sueño matutino, y no quiero que te des la vuelta, quiero seguir soñando con esa orilla pecosa que me recuerda a las playas de Cádiz. Pero ya no mandamos nosotros sobre nuestros cuerpos, éstos se apoderan el uno del otro y ahora sos vos quien con los ojos a medio abrir me gira como si fuese una muñeca de trapo. Los sexos medio dormidos encajan como dos piezas perfectas, el ritmo se acelera, ya han despertado, in crescendo, diez, quince o treinta minutos. Los ojos se cierran del todo, los tuyos, los míos. Hace calor, cada uno toma una postura. Imposible volver a conciliar el sueño, vos el café, yo las tostadas, se queman un poco, todavía me huelen las manos a pan tostado, me gusta.

No hay comentarios: