miércoles, 25 de noviembre de 2009

24 de febrero




El olvido de quien fui ni siquiera me duele, el olvido de ustedes señoras y señores que me deseaban apenas me acaricia, el olvido de las luces que iluminaban mis destrozados pies ni siquiera me ciega, el olvido de la música, ese es el que me destroza. Maldita hija de puta ¿por qué no haces el intento de recordar como danzaba para vos? Eres una perra pedante, egoísta y egocéntrica ¿Por qué no te apiadas de mi soledad? Te estoy gritando que solo a vos te extraño, te imploro que resuenes en mi corazón para así poder expresar de la única forma que conozco. No se amar, solo sabía escucharte y dejarme llevar. La disciplina de años y años no eran nada porque tu acompañamiento lo inundaba todo, te suplico que vuelvas a mi, no podés hacerme esto ahora, tengo 36 años aun puedo darte más. Lo peor de aquél 24 de febrero fue perderte para siempre, maldito golpe que no me dejó inválida, que para muchos tuve suerte, que sólo me quedó una secuela, una secuela milagrosa para la ostia que me dí, eso dijeron.

Imposibilidad de usar el sentido del oído, perdida de la capacidad auditiva total.

3 comentarios:

PSYCOMORO dijo...

La lucha es cruel incluso cuando parece que has triunfado, Divina. Te sueles dejar demasiadas cosas por el camino, pero de algo estoy seguro, siempre vale la pena demostrarse a uno mismo que el futuro sigue en nuestras manos.

Roberto dijo...

Yo no sé como coño lo haces, pero siempre me dejas en una mudez ridñicula, no sé que decirte...me deslumbraste!

tu manera de escribir es un delicado zarpazo en el centro mismo del jodido corazón...delicioso!

que bueno tu vuelta por aqui...

Divina nena dijo...

Así es Psyco, la lucha cuando es cruel es muy jodida. Me alegra verle por aquí.

Roberto, gracias por tus comentarios, gracias por entender lo que pretendo transmitir.