domingo, 6 de diciembre de 2009

Control



El control, ese es el protagonista de nuestras vidas. Cuando somos conscientes de que el y nosotros estamos perfectamente entrelazados, que somos un todo, ahí todo funciona, dormimos bien, se podría decir que algún tipo de paz nos inunda, pero ¿qué ocurre cuando este se queda en la esquina al cruzar la calle? Nos pegamos con nuestras realidades más escondidas, no siempre es posible controlarlo todo, y viene entonces la debilidad del descontrol a inundarnos, todo cuanto creíamos tener bajo la atenta mirada del porvenir, ese del que nos sentimos tan orgullosos. Un buen trabajo, una casa hecha de esfuerzo, una familia en toda regla, una vida perfectamente armónica y organizada, aunque no nos demos cuenta que esta perfección es sumamente frágil. Hablo de este ejemplo porque es un topicazo de vida, pero de un modo u otro nos empeñamos en planificar nuestro futuro, dirigir el presente, y apartar el pasado.
Esta reflexión sobre la perdida del control me la ha traído una película, es del año 92, yo la vi por primera vez en el 94, era una adolescente y desde aquel momento se convirtió en mi peli favorita, no es lo propio para esa edad, pero anoche volví a ella, y ahora que yo tengo que tomar el control de mi vida, ahora que soy consciente de la libertad y el miedo que te da el desprenderte de el, me percaté de muchas de las intenciones más allá de lo que vemos en ella. Se trata de Herida, de Louis Malle, las personas heridas son peligrosas porque ya saben que son capaces de sobrevivir…
Tremendo drama, aunque haya quien piense que es un bodrio y que es un tema manido, me parece que Binoche y Irons transmiten perfectamente lo que a cada segundo les ocurre a las personas cuando el descontrol es el que reina. El, conducta intachable, padre y esposo ordenado, brillante carrera política. Ella, independiente, oscura, sensual, adornada de heridas que jamás podrán curarse. ¿En qué momento se pierde el control? Una mirada, placer infinito, obsesión, culpas, veneno, ansiedad, enfermedad, tristeza…

6 comentarios:

m. dijo...

dicen que "Libertad es la capacidad para pensar los propios límites".. intentarlo puede llevar a perder el control, por otra parte solo así conoces la frontera y de eso se trata, de saber habitar la frontera,

sigue escribiendo Div
bss

Divina nena dijo...

para ser consciente de haber perdido el control hay que cruzar esa frontera. Gracias por visitar este malevo rincon Sr@ m.

PSYCOMORO dijo...

"Preciosa reflexión, Divina. 2Herida" es una película tremenda, muy profunda en su espectáculo de vidas al límite. El descontrol. Es algo que cuesta de asumir; echo la mirada atrás y nunca me he sentido más libre que cuando lo he desatado pero la mayoría de lágrimas las he derramado también por su culpa. Quizás el secreto sería descubir cómo conseguir conscientemente aquello que hasta ahora sólo nos regala el descontrol; cuestión de aprender a conocernos, de asumir nuestros límites pero también de luchar duro por nuestros sueños. Un beso.

Vagamundo dijo...

Muy buena reflexión, como siempre asociando y entrelazando ideas en hermoso entramado.

No recuerdo haber visto la peli, y ya la apunté antes de empezar a comentar tu entrada...

Pero conozco las fronteras del control, las he franqueado, de ida y de vuelta, unas cuantas veces.

Y he cometido, en tanto viajar, el más banal de los errores: sepelir las inseguridades bajo una capa espesa de estructuras y tópicos.

Vivir para verlo, morir para recordarlo y sobrevivir para contarlo.

Nostromo dijo...

No he visto la peli de la que hablas pero me la apunto en la agenda. Es posible que ese control que queremos tener sobre todo nos impida vivir con plenitud nuestras vidas. Me interesa como la falta de control produce miedo y el miedo se utiliza para controlar a otras personas. En fin, interesante reflexión la que haces.

Anónimo dijo...

A mí me encantó esa película..., transmite, es cierto, lo que ocurre cuando perdemos el control, algo humano e, incluso, deseable... ¿no crees? ;)

Feliz 2010, guapísima¡

Un besazo grande, grande,