lunes, 14 de abril de 2008

Cabreos y prozac



Miro el reloj, es buena hora podría ir a la biblioteca a estudiar, podría salir a correr que hace muy buen día, podría llamar a Sofía para tomar algo al solecito, podría, podría, podría…. Pero no puedo, no se que coño me pasa me siento paralizada, doy vueltas por el piso, me siento en el suelo aprovechando que un rayo de sol entra por el dormitorio de invitados, el que da al patio de luz, pero el sol, que a mi me da vida, no es capaz esta vez de hacerme dar un brinco y continuar con el día. Siento un peso enorme sobre mi cabeza, sobre mi corazón también, y esto último es peor, no puedo levantarme del suelo, lo intento de veras que sí pero no lo consigo, y decido pasar lo que queda de hoy compadeciéndome, me voy a permitir el lujo de cabrearme conmigo misma, porque no tengo ningún problema real, es cierto pero yo, ahora no me encuentro muy fina, en realidad siento coraje, mi vida es un desastre, estoy inaguantable... Al fin y al cabo dicen por ahí que la convivencia es algo difícil, y mira va a ser que sí, porque yo convivo todo el día conmigo. Suena el despertador y ahí sigo en la misma cama donde me acosté, en el trabajo también, y oye eso de trabajar con la misma persona con la que te levantas tiene su tarea, no creáis que es tan romántico. Pues claro, llega una hora de la tarde de un día cualquiera y por una chorrada saltas, sin saber porque.
Al hilo de este cabreo me planteo llamar a alguien para contarle de mi enfado, y ahí es cuando me siento perdida. En otra ocasión, si vives con tu pareja, vas a tu madre, a tu amiga, a la vecina yo que se… y le cuentas que has tenido un malentendido con la otra persona, que es más bien “un ganas de reñir” que decían los Quintero, el caso es que necesitas desahogarte y ya está. Probablemente tu interlocutor te dirá “ va, eso no es nada, ya verás como se os pasa, son cosas de pareja, y las relaciones son un tira y afloja, hay que aguantar a veces, pero tu eres muy feliz, no te preocupes que esta noche se te ha olvidado” Un consejo muy manido por todos ¿verdad? Pero ¿qué ocurre cuando te cabreas contigo mismo? ¿Cómo comunicar este malentendido con tu propio yo sin que el otro te considere un loco? Seguramente pensará que la soledad puede conmigo, que una depre me está amenazando, y lo que es peor le causaré una inútil preocupación, me proporcionará gratis una caja de prozac de su madre, que como es pensionista se las dan como churros. En definitiva, aún hay quién no entiende que en la soledad deseada se vive bastante bien, pero que como en todas las situaciones de la vida, a veces tropiezas y no significa que el divorcio esté amenazando tu vida :-D
Dedicado a los que se tropiezan en cualquier modalidad y se levantan y se van a tomar el sol, o a cantar bajo la lluvia.

8 comentarios:

Alberto Fazio dijo...

me ha sentido bastante reflejado en lo q has escrito nena, yo también vivo conmigo mismo y como ya sabes la soledad deseada es muy comoda y los q la elegimos normamalmente estamos bien así, pero aveces e irremediablemente te encuentras solo y entras en una minidepre, pero eso es algo, q por más q lo intentes, sólo tu tienes la solución, aunq la gente te entienda, te comprenda... nadie, absolutamente ningún ser querido, te puede dar un consejo q te haga darte cuenta de el por qué de la situación. es algo duro pero q te hace crecer como persona plenamente autosuficiente una vez pasada esa jodida situación. simlemente una reflexión q hize para toda aquella persona q se sienta mal sin nigún motivo aparente: evitar convertirse en un ser q nace, consume y se muere. hay q hacer lo más importante: CONOCER cosas y lugares nuevos, APRENDER y RFLEXIONAR sobre todo lo q se lea, escuhe,converse, etc. y APLICAR todo lo conocido, aprendido y reflexionado para (lo más importante) VIVIR agusto con uno mismo en la medida q este ritmo de vida (q no elegimos)nos deja.

salud

conde-duque dijo...

¿Llevarse bien con uno mismo? Eso es casi imposible... en algunos casos. Con soportarme más o menos me conformo.
Estaba atando cabos ahora (vale, soy un poco lento): los tangos, malevaje, el "vos"...
¿Acaso sos argentina, Divina?

http://www.youtube.com/watch?v=XRP3b0SVW_o

Divina nena dijo...

ñato, así lo veo yo también, considero que no voy a tener más vidas que esta y no quiero quedarme viéndola pasar, tengo ansias de conocer, aprender, relexionar... aunque esto conlleve los mini cabreos, porque claro cuando una no es de estar en el sofá tirada viendo tele piensa tal vez demasiado.

Sr. Conde, a su pregunta, le contesto que mitad y mitad. Corren por mis venas muchas nacionalidades, razas etc...

Anónimo dijo...

querida divia, eres lo mas hermoso q conozco,en lo q escribes esta tan lleno de amor y de inteigencia q eres un angel en el ordenador . te tienes q sentir muy horgullosa de como llevas tu vida, con tus altibajos como la vida misma de todo ser humano.

Divina nena dijo...

Supongo que bajo esa identidad anónima se esconde alguien que me aprecia, incluso que me quiere ¿no?

José Ignacio Montoto dijo...

Buenas Sabina, sí, es obra mía.

Besos.

José Ignacio Montoto dijo...

La foto la hice en Barcelona.
Besos, nena.

Francisco Sianes dijo...

El fin no es un naufragio redentor: no es sino ese lento estancarse todas las cosas. Palabras, latidos, afectos que iban y venían impulsados por el vigor de su precipitado origen, de pronto nada más que lengua muerta, helado corazón, caricia detenida. ¿Qué fruto habría de brotar de aquella tierra yerta? ¿Quién tejerá de nuevo lo que ellos, irrevocables y precisos, destejieron? ¿Cómo anudar un cuerpo y otro cuerpo que unánimes en llama ardían? ¿Dónde reconocerlos en esta hoguera extinta, en el jadeo exhausto de la ceniza imponderable?